EL ESPIRITU DEL JUEGO
Estos eran, entonces, los amigos que he hecho y las experiencias que he tenido durante mis días de Rugby, y mi único arrepentimiento es que aquellos días no estén todos todavía ante mí. ¡Qué gran juego es este, nuestro Rugby, y cuanto hay en él más allá del mero encuentro de la fuerza con la fuerza! Para mí será el mejor deporte del mundo, no solamente por sus cualidades como juego en sí, sino por el espíritu con el que se juega. Quizás no debo separar al espíritu del juego; por cierto que en el Rugby los dos son inseparables.