Jack Crowley está bajo presión para reavivar un ataque que pareció contundente la semana pasada. Fotografía: Brian Lawless/PA/Billy Stickland/Inpho
Seis cambios en el XV titular respecto al equipo perdedor contra Francia, con el regreso de Mack Hansen, Garry Ringrose, James Lowe, Jack Crowley, James Ryan y Jack Conan.
Tiempo lluvioso a la llegada para los turistas del Ejército Verde que avanzaban, posibles interrupciones causadas por una manifestación pro-europea y pro-ucraniana ciertamente bien intencionada el día del partido y amenazas de huelga por parte de los sindicatos que representan a los trabajadores de la aviación el domingo.
Ah, sí, y no hay Grand Slam en juego, ni, muy probablemente, ningún título histórico. Aunque se pronostica una tarde cálida en Roma al inicio del partido, no es así como la selección irlandesa y los aproximadamente 25.000 aficionados irlandeses que viajaron esperaban que se desarrollara el fin de semana de San Patricio.
Pero gracias a la goleada de la semana pasada por 42-27 a manos de Francia en casa, Irlanda se ha convertido en un blanco fácil para Inglaterra y Les Bleus en el duelo de hoy por el título. Primero, Irlanda necesitaría vencer a Italia con un punto bonus, luego esperar recuperar ocho puntos o más que Inglaterra, ya que al menos se queda a las puertas de ganar con un punto bonus en Cardiff, y finalmente que Francia no logre vencer a Escocia con el título en sus manos, en realidad, a falta de cualquier victoria.
Es cierto que varios favoritos han caído en una semana de sorpresas en Cheltenham. Aun así, Irlanda tiene ahora 20-1 para ganar el título, con Inglaterra 17-2 y Francia 1-10 como favoritos. Y con eso basta.
FUENTE www.irishtimes.com