Jueves, 21 2024 Noviembre

Día Internacional de la Mujer

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En el Día Internacional de la Mujer, World Rugby presenta el espíritu pionero que ayudó a que la participación crezca en gran manera en los últimos 40 años.

De comienzos humildes a campos de juego universitarios, el rugby femenino ha crecido como espectáculo hoy disfrutado por millones de simpatizantes en todo el mundo.

Reconocemos a seis mujeres que han hecho mucho para expandir los horizontes del rugby femenino en sus regiones.

Marjorie Enya (Brasil)

Según sus palabras, no era buena jugadora. Conoció el rugby en la universidad y se unión al Sao Paulo Athletic Club (SPAC) al completar sus estudios. Pronto decidió ayudar desde el costado del campo de juego.

"Era muy mala jugando aunque igual quería estar involucrada y hay también otras oportunidades fuera del campo de juego,” Enya le dijo a World Rugby en 2018.

Enya trabajó incansablemente para aprovechar sus oportunidades, comenzando como voluntaria en la Confederação Brasileira de Rugby (CBRu) hasta convertirse en manager del equipo nacional femenino.

En 2016, trabajó en los Juegos Olímpicos de Río, donde se convirtió en una sensación internacional al pedirle casamiento a su pareja, hoy esposa, Isadora Cerullo, jugadora de Brasil.

Dos años después, tuvo un rol similar en los Rugby World Cup Sevens 2018 en San Francisco, y en 2019 fue una una de las primeras becarias de la Beca de Liderazgo Ejecutivo Femenino de World Rugby.

Debió equilibrar su beca con su compromiso con el Grupo de Análisis Olímpico en San Pablo y el Comité de Desarrollo de la CBRu.

Enya siguió estudiando y se mudo a los Estados Unidos en 2020 para completar una Maestría en la International Olympic Academy. Mientras estudiaba en Carolina del Norte se enteró que sería la representante de Sudamérica Rugby en el World Rugby Council.

"Aspiro a poder ayudar a generar cambios para la mejora del rugby femenino y el rugby en general tanto en la región como el resto del mundo,” dijo.

Deborah Griffin (Inglaterra)

Se han jugado partidos de exhibición de rugby femenino en Gran Bretaña desde finales del siglo XIX, aunque el rugby femenino moderno podría rastrearse a un partido que Deborah Griffin organizó en el University College London en 1978.

Griffin y sus compañera no sabían las mujeres jugaban antes de su encuentro con el King's College London, aunque el rugby floreció en los años después de ese partido.

En 1983, UCL fue uno de doce miembros fundadores de la Women's Rugby Football Union y en menos de doce meses, Griffin ayudó a establecer el primer club femenino de rugby en Inglaterra, el Finchley RFC.

Dos años más tarde, la WRFU organizó el primer internacional cuando Gran Bretaña perdió con Francia en el Athletic Ground de Londres, futuro hogar de Griffin, que se mudó a Richmond con la mayoría de sus compañeras desde Finchley.

Junto a tres compañeras de Richmond — Alice Cooper, Sue Dorrington y Mary Forsyth — organizaron la primer Rugby World Cup femenina en Gales en 1991. El Comité Organizador cortó muchos escollos para poner en marcha un torneos que sigue vive y creciendo en la actualidad.

Griffin volvió a su rol organizativo 19 años después cuando el torneo se jugó en Inglaterra por primera vez en 2010.

Griffin integró el Consejo de la RFU entre 2010-18 y fue elegida para integrar el Consejo de World Rugby en 2018.

En 2019, fue elegida como una de las 15 'Unstoppables' (Imparables) embajadoras de la primera fase de la campaña de World Rugby 'Try And Stop Us'.

"No sé si si soy ‘imparable’', o es que aún no llegué donde quiero ir. Como quiero llegar, no pararé hasta conseguir las cosas que busco,” le dijo entonces a World Rugby.

Zenay Jordaan (Sudáfrica)

Miembro del primer grupo de mujeres sudafricanas en recibir un contrato profesional, Senas Jordana creció envuelta en rugby en Eastern Cape.

Jordaan se despertaba a ver partidos junto a su padre y luego salían a poner en práctica lo visto, jugando partidos con varones, lo que despertó su espíritu competitivo.

Consiguió donde usarlo al descubrir un equipo femenino cerca de su casa.

Rapidamente floreció y los selectores la vieron en 2009, debutando con el equipo de sevens sudafricano unos meses antes de su cumpleaños 18. Jordaan jugó su primer test cinco meses más tarde.

Al firmar su contrato profesional, Jordaan debió dejar su entrenamiento como bombero y desde entonces, representó a su país en tres Rugby World Cup Sevens y dos Rugby World Cups. A los 29, espera poder ir a su sexto torneo global.

"Recientemente analicé lo que logres,” le dijo Jordaan a World Rugby el año pasado. "Sería importante poder ir a mi sexto Mundial.”

"Pero, si no sucede, sé que cumplí mi rol en poner al equipo en RWC. Si no llego a ir, estaré igualmente orgullosa.”

Noriko Kishida (Japón)

Según la revista oficial de la primer Rugby World Cup femenina en 1991, el rugby femenino en Japón había surgido a principios de los 80s, “con varias madres comenzando a jugar el deporte al ver como se divertían sus hijos.”

Noriko Kishida fue una de esas madres. Recién comenzó a jugar a los 37 años, pero junto a unas amigas constituyeron el Liberty Fields WRFC, equipo que tendría 15 representantes en aquel equipo del 91.

Kishida, fundadora de la Japan Women's Rugby Football Union en 1988, terminó siendo la manager de-facto, como enlace con la organización.

Para cuando el torneo se jugó en Gales, tenía 45 años; aún así integró la primera línea en las dos derrota de Japón – 62-0 con Francia y20-0 ante Suecia.

Kishida regreso como Head Coach para RWC 2002, donde Japón enfrentó a España, Holanda e Irlanda.

Candi Orsini (Estados Unidos)

Candi Orsini fue al colegio antes de las reformas educativas que en su país estimularon el deporte para mujeres y niñas.

Por esa falta de oportunidades, al llegar a la Florida State University, en 1975, tenían tantas ganas de practicar deportes de equipo como el sóftbol, el voleibol y el rugby, practicando los tres.

Fue la combinación de desafío mental y físico que hizo que su vida tuviera el balón oval como dominante de su vida.

"Amo la disputa física, realmente la amo,” dijo. “Pero, cuando combinas esto con el desafío intelectual y el hecho de que en el campo de juego debes apropiarte de tu juego…me enamoré del rugby.”

Orsini jugaría para FSU los siguientes 23 años, colaborando en el camino a 13 finales nacionales en ese período. Fue parte de las Wiverns que en 1985 conquistaron todo en su gira por Inglaterra y Francia, apoyando nueve tries en cinco partido.

Como centro, jugó en el primer test de su país, una victoria ante Canadá por 22 a 3 en 1987; cuatro años más tarde, jugó los cuatro partidos de su país para ganar la primera Rugby World Cup. Si bien tenía 34 años en Cardiff, Orsini jugó en otras dos Rugby World Cups.

Al retirarse, Orsini se dedicó al coaching y fue asistente en de las Águilas en Rugby World Cup 2006; cuatro años más tarde, fue la head coach en Inglaterra 2010.

Miembro del Salón de la Fama de su país desde 2017, Orisini ha sido también entrenadora en varios equipos masculinos.

Farah Palmer (Nueva Zelanda)

Tan buena que tiene un torneo con su nombre. Farah Palmer es la capitana más exitosa de la historia de Rugby World Cup history, conduciendo a las Black Ferns a un triplete de mundiales entre 1998-2006.

Palmer,vecina del también miembro del World Rugby Hall of Fame, Colin Meads, comenzó a jugar rugby en su pueblo, Piopo.

Recién en la universidad de Dunedin reconocieron su capacidad como hooker y en 1996 debutó para su país ante Australia.

Al año siguiente ya era capitana, gran decisión. Entre 1997 y 2006, Nueva Zelanda perdió solamente un partido, convirtiéndola en la capitana mas exitosa de su país.

Llegarían tres títulos en Rugby World Cup, derrotando en la final a Estados Unidos (1998) y dos veces a Inglaterra (2002-2006).

Desde entonces, Palmer fue hecha miembro del World Rugby Hall of Fame, junto a Meads, en 2014.

En reconocimiento a lo que hizo en el rugby, la New Zealand Rugby renombró su torneo provincial femenino, ahora la Farah Palmer Cup, en 2016.

Ese año, en diciembre, Palmer se convirtió en la primer mujer en el Consejo de la NZR, elegida como representante Maorí. En 2018, su apasionado discurso ante el Consejo de World Rugby, ayudó a que Nueva Zelanda fuera elegida anfitriona de Rugby World Cup 2021.

Palmer trabaja en la actualidad en la Massey University como Profesora Senior y Decana Asociada, habiendo podido completar su Doctorado entre su primer y segunda Rugby World Cup.

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