Jueves, 21 2024 Noviembre

McLachlan, refereé por accidente

No solo para jugadores y entrenadores el objetivo está puesto en Rugby World Cup 2021.

La referí Amber McLachlan, a cargo de la victoria de Inglaterra ante Gales por 66 a 7 a principio de mes y que debía controlar Francia v Irlanda (suspendido debido a la pandemia del COVID-19) también tiene su foco puesto en estar en Nueva Zelanda dentro del panel de referís.

Ese encuentro en Twickenham Stoop, jugado ante un record de público que pagó una entrada fuera de Rugby World Cup, fue el primero de McLachlan en el Seis Naciones femenino y remarca un nuevo logro de lo que ha sido un año lleno de emociones para la referí de Melbourne.

El mayo del año pasado, McLachlan viajó a Stellenbosch, Sudáfrica, para participar en la primera Academia Femenina de Alto Rendimiento. Ese mismo mes hizo su debut internacional cuando controló el test entre Hong Kong y Samoa en Fiji; antes de que finalice el 2019, controló los partidos Sudáfrica v Escocia y Estados Unidos v Canadá.

McLachlan sigue aprendiendo y el partido en The Stoop fue tan solo el segundo en que contó con un TMO. Pero, tras siente años de mucho trabajo, la nacida en Nueva Zelanda está comprometida a no dejar pasar la oportunidad de ser oficial en Rugby World Cup.

"Supongo que todo lo que vengo haciendo es para estar en Rugby] World Cup," le dice a World Rugby. 

"El mundial femenino en Nueva Zelanda es claramente un objetivo, por lo que estoy viendo y sintiendo, realista para mí.”

Regreso a casa

Ser elegida para New Zealand 2021 significaría un regreso a casa para la referí que representa a Rugby Australia.

McLachlan nació en Canterbury y emigró de Lauriston a Nueva Gales del Sur a los ocho años cuando su padre se instaló en una granja ovina en el pequeño pueblo de Grong Grong.

Sus primeros recuerdos de ver rugby son de cuando su familia se mudó a Australia y veían, tarde en la noche, la actuación de los All Blacks en Rugby World Cup 1995 todos juntos en un sofá.

Dos años más tarde, McLachlan y familia disfrutaron la actuación de Carlos Spencer en el Melbourne Cricket Ground cuando los All Blacks le ganaron a Australia 33-18 para ganar la Bledisloe Cup.

"Mamá consiguió las entradas,” recuerda. “Era en la grada sin asientos y mi padre me levantaba para poder ver mejor.”

McLachlan quedó enamorada y las fotos del programa del partido se convirtieron en decoración de su carpeta escolar.

Si bien había jugado hockey sobre césped en Nueva Zelanda y cestobol en Australia, el rugby era el deporte que más le atraía, aunque no fue posible jugar hasta los 15 años. Cuando llegó la oportunidad, no la dejó pasar.

"Nunca me interesó el cestobol," McLachlan admite. “Muchas de mis amigas eran igual que yo y solo queríamos jugar rugby.” 

"Recién pudimos a los 15 y disfrutamos poder jugarlo," cuenta, recordando una gira a Inglaterra al año siguiente.

Probando el referato

Al mudarse a Melbourne para sus estudios universitarios, lo primero que buscó fue un club de rugby, rápidamente jugando para el Power House RUFC y representando al estadio de Victoria en el campeonato interestatal. En el club conoció a su esposo Shannon.

Tras una lesión de hombro, McLachlan, junto a Shannon, probó el referato para hacer algo mientras se recuperaba. 

"Estaba muy involucrada con el club y me ofrecieron hacer el curso de referato, sin intención real de referrer pero como iba a estar un año fuera del campo de juego, pensé que podría servirme para seguir entrenada.”

"Cuando volví a jugar, refereaba a la mañana y jugaba a la tarde, pero con el correr del tiempo me decían que dejara de jugar.”

 

"Los ignoré un par de años pero cuando me surgió la posibilidad de crecer y viajar, me di cuenta que había oportunidades para los referís.”

Empujándose 

El momento que la decidió fue en su última temporada cuando McLachlan tuvo la opción de jugar para Victoria en el Campeonato Interestatal, pagando AUS$1,000, o recibir viáticos para ser asistente de referí.

Eligió la segunda opción y nunca dejó de crecer. A sus 33 años, admite que no fue sencillo, sobre todo entre 2014 y 2016, pero que sus logros y su sana rivalidad con Shannon la empujaron a seguir trabajando duro.

En 2018, unas pocas semanas después de que se casaran, y al regresar de la luna de miel, los recién casados controlaron juntos un partido en Melbourne por el National Rugby Championship.

Shannon fue asistente de su esposa. "Le pedí que mantuviéramos la calma en la comunicación durante el partido, que fuera clara.”

Habiendo crecido en el referato, los dos se empujaron para seguir consiguiendo logros. Shannon viajó a Inglaterra junto a Amber, su hermana y su madre y en Londres no sólo fue su compañero en los entrenamientos, también fue el guía en caminatas de hasta 20 kilómetros diarios.

"Es bueno tener alguien con quien intercambiar posiciones e ideas,” explica.

"Entendemos las cosas de igual manera; podremos no estar de acuerdo a veces, pero no nos enfocamos en eso. Es fabuloso tener aquí.”

"Me empuja en entrenamiento o en lo que sea, eso es bueno. Es más llevadero ir al gimnasio o a entrenar si tienes quien quiere que te vaya mejor.”

 

WR