Sábado, 23 2024 Noviembre

El espejo a imitar


El capitán de Brasil Yan Rosetti manifestó en una nota publicada aquí que él y los suyos eran hinchas de Uruguay en su camino a Rugby World Cup. La felicitación de Chile llegó a través de Facebook por su Director de Rugby Dalivor Franulic. Hubo representación de distintos países de la región en las tribunas del Charrúa y todos en Sudamérica Rugby se pusieron de pie para aplaudir el logro de Los Teros.

Ir al Mundial en el caso de Argentina y de Uruguay es una bandera de todos los países que forman nuestra asociación, y tener dos representantes es algo que sólo puede sentirse con orgullo.

Lo del rugby argentino es ya acostumbrado. Han jugado en cada una de las copas del mundo y al ser Tier Uno no hay posibilidades de que faltan en un futuro.

Más complicado está para quienes navegan debajo de ese nivel, más allá de que en un esfuerzo enorme, World Rugby está buscando competencia para reducir esa brecha de desempeño.

Así nacieron múltiples torneos, el más reciente el Americas Rugby Championship que se ha convertido en el motor de países como Brasil y Uruguay que han tomado con dos manos bien firmes lo que este evento les ofrece. Más le está costando a Chile y para el equipo de Argentina XV es una excelente base de prueba para seguir lanzando jugadores hacia el altísimo nivel.

Dicho esto, lo de Uruguay al Mundial no llega solo por haber jugado en el ARC. Más bien el torneo ha sido parte de un proceso de varios años, con múltiples actores y en lo que es un caso de estudio.

No es la primera vez que Uruguay llega a un Mundial – de hecho Japón 2019 representa su cuarto viaje al centro de la elite internacional.

En 1999 y en 2002 (para el 2003) se clasificó en base a un coraje, una entrega y una valentía inaudita. Los Teros eran un pequeñísimo David parándose a Goliath. En Escocia derrotaron a España en su debut mundialista y en Sydney vencieron a Georgia.

Faltaron en el 2007 y 2011 y esa es, mirando desde afuera y con respeto, debido a que al rugby uruguayo le faltaba unión; le faltaba liderazgo dentro y fuera de la cancha.

Fue Chelo Callandra, hoy vicepresidente de Sudamérica Rugby, que se cargó la mochila de unir al rugby de su país. Conociéndolo, debe haber cocinado múltiples y riquísimos asados para buscar que quienes estaban en distintas veredas empujen para el mismo lado.

Surgió la posibilidad de hacerse cargo de un estadio Charrúa en posesión del gobierno municipal y el fútbol, en pésimo estado de mantenimiento. Se lo encargaron a Pino Piñeyrúa, hoy el presidente de la URU, que lo mejoró, lo levantó y le dio respetabilidad.

Del tema rugby se encargó un recién retirado Pablo Lemoine, que desde esta semana será el encargado de hacer lo mismo en el rugby alemán. ¡Que sepa el mundo que se vienen los alemanes...!

Entre los tres fueron construyendo paso a paso lo que es hoy el rugby uruguayo, un ejemplo para los países que quieren crecer.

Santi Alfaro, preparador físico personal del futbolista Diego Forlán pero antes jugador de Los Teros, posteó poco después del partido una foto del primer día que arrancó, en serio, el alto rendimiento en el rugby uruguayo. No había siquiera postes de rugby en el Charrúa.

En la foto se los ve al Colo Leivas y al Garrafa Gaminara, dos hombres claves en esta segunda clasificación consecutiva. Ni Santi estuvo solo en la parte física, aplausos para Guille Selves y Fede Izeta, ni fue la única área que hoy complementa a los jugadores. Hay médicos, fisios, mánagers, nutricionistas, ayuda mental, comunicación. Todo para el que jugador amateur pueda disfrutar del alto rendimiento sin que sea una verdadera carga.

Se fue a Inglaterra 2015 a través del repechaje tras dos años y medio del plan. Hoy, más sólido, se logró el pasaje a Japón un buen rato antes.

Llegó el Mono Meneses para encargarse del equipo; le agregó su impronta y los triunfos empezaron a llegar. En el ARC, el Sudamericano, la Nations Cup, en la gira a Namibia y sobre todo los dos triunfos, claves, gloriosos, con Canadá.

Uruguay la tiene muy difícil en el Mundial, pero como alguna vez escribí, el éxito es ser la mejor versión de uno mismo.

No le van a ganar ni a Australia ni a Gales. Podrán pelearle de igual a igual a Fiji y Georgia pero también es muy complicado. ¿Entonces? Lo importante es seguir dando esos pasos firmes y concretos hacia un futuro mejor. 

Los jugadores han demostrado que son mucho más de lo que alguna vez soñaron ser. Son, como les gusta decir por allá, todos cracks.

La región tiene para aprender del rugby uruguayo. De su trabajo, de su silencio, de su orden, de su liderazgo, de su mentalidad ganadora, de su pasión, de su hambre. De su desarrollo y de su ambición.

Por todo eso, vaya el aplauso a sus jugadores, a sus clubes, a sus dirigentes. A la gran familia del rugby uruguayo.

Por Frankie Deges