Habiendo apoyado tries en sus anteriores dos internacionales frente a Escocia e Italia, Brian O'Driscoll estaba comenzando a hacerse conocido cuando llegó el turno de visitar el Stade de France, en las afueras de París, buscando su tercer triunfo consecutivo en el primer Seis Naciones, en la búsqueda de la reconstrucción tras la derrota 50 a 18 ante Inglaterra.
Irlanda no le ganaba a Francia en París desde hacía 28 años y pocos imaginaban que esto racha se frenaría en el comienzo del milenio, aún contando con la presencia del joven de Dublín, de 20 años.
Nadie imaginó que ese joven tendría una de sus mejores actuaciones individuales de la que sería una larga y vasta carrera.
O'Driscoll llegaba con 10 caps, listo para romper la defensa francesa en una tierra en la que su único test había sido en Lens frente a Los Pumas de Argentina en Rugby World Cup 1999.
Esa tarde de París, con tres tries a su nombre en el triunfo por 27 a 25, O’Driscoll confirmó su arribo al rugby grande. Ese día mostró su madurez.
Jugando junto al potente Rob Henderson – pareja perfecta para la calidad de O’Driscoll – atormentó la defensa del local toda la tarde.
"Brian estaba en llamas ese día," comentó Henderson tiempo después.
Especial
Keith Wood, capitán ese día y gran figura del equipo irlandés hasta la llegada de O’Driscoll, agregó: “El cambio de formato del torneo de Cinco a Seis Naciones necesitaba algo especial y eso fue Brian O’Driscoll en París.”
El triunfo de Irlanda estuvo sustentado por los tres tries del centro cuando faltaban pocos minutos para el final; fiel ejemplo de la velocidad y habilidad que usaría para atormentar en años subsiguientes.
Al seguir creciendo en su carrera, la habilidad de jugar el balón en el espacio, una habilidad que solían tener los terceras líneas, también fue algo que lo destacó por sobre su generación.
En marzo de 2014, catorce años más tarde de aquel partido inolvidable, O'Driscoll cerró una carrera estelar en el mismo estadio donde logró asegurar un lugar de privilegio sobre el resto.
Si bien no hubo tres tries suyos en París ese día, por lo menos pudo cerrar su ciclo como uno de los jugadores mas destacados de la historia con un triunfo.
Dos años después de su retiro, y con 141 caps a su nombre, O’Driscoll fue incluido en el World Rugby’s Hall of Fame.
Para más información del World Rugby Hall of Fame, visite www.world.rugby/halloffame.
WR