Domingo, 06 2024 Octubre

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Deb Robinson, médica de los ABs

Graham Henry y la doctora Deb Robinson – Foto: WR

Deb Robinson, ganó la RWC como doctora del equipo de los All Blacks tanto en hombres como mujeres,  ha experimentado muchas momentos altos y otros bajos en sus más de 16 años en el deporte, trabajando con algunos de los mejores jugadores y entrenadores del mundo.

A la proxima RWC 2019 en Japón llegará en septiembre como bi-campeón mundial; muchos se olvidan lo que costó ser campeón en casa en el 2011.

La dolorosa derrota contra Francia en cuartos de final cuatro años antes seguía fresca en la memoria de los neozelandeses para quienes el campeonato de 1987 ya era una memoria lejana.

Por ello, cuando Dan Carter quedó descartado del torneo con una lesión en su ingle mientras su capitán Richie McCaw sufría problemas crónicos en un pie, mucho hubo en juego para jugadores, el cuerpo técnico y la médica del equipo Deb Robinson.

"Había mucha presión y mucho de ello dependía de temas médicos ya que perdimos dos apertures seguidos – Colin Slade también quedó fuera por lesion,” dijo Robinson.

"Antes del Mundial, si había dos personas que no queríamos que se lastimaran eran Dan y Richie. Esto fue justamente lo que sucedió. Fue un stress enorme."

McCaw se había quebrado un hueso en el pie antes de la semifinal ante Australia, pero confió en Robinson, con quien había trabajado durante una década con Canterbury, los Crusaders y los All Blacks. Ambos diseñaron un plan para que pueda jugar.

"Entendimos que no lo pondría en una situación en la que podría tener una lesión a futuro,” recuerda Robinson.

"La decisión se basó en si él creía que podía hacer su trabajo, los selectores lo elegirían.”

Claramente, Graham Henry y su staff estaban conformes con lo visto en las prácticas y McCaw jugó la semifinal con los Wallabies y la difícil final contra Francia – jugando los 160 minutos de rugby.

Para Robinson – que había sufrido la “tormenta perfecta” en Cardiff en 2007 – ayudar a que los All Blacks sean los campeones fue uno de los momentos salientes de una carrera que comenzó con Canterbury en 2001 y que incluyó participar del triunfo de las Black Ferns en la Women's Rugby World Cup 2017.

"Fue un momento de gran orgullo por haber sido un torneo muy difícil,” dice.

"Al pasar el tiempo, uno se olvida de las dificultades y solo recuerda los buenos momentos. Pero hubo momentos duros con lesiones que tuvimos que tratar.”

Para llegar a la medalla de oro en Rugby World Cup el camino no fue directo. Fan de los All Blacks, jugó muy poco al rugby

Bienvenida al rugby

Cuando Rob Campbell dejó el puesto como médico de Canterbury y los Crusaders en 2011, un colega la recomendó.

Robinson llegaba con la experiencia de trabajar en el hockey y el netball, y hasta conocía a la mujer de Steve Hansen, entonces entrenador de Canterbury y asistente en los Crusaders.

Hansen le dio "participación en todo" y junto al capitán Todd Blackadder, el futuro coach de los All Blacks la ayudó ha asentarse.

"La bienvenida de Hansen fue clave para ingresar al rugby, como fue la de Todd Blackadder, en su último año con el equipo. Ellos, con su personalidad, allanaron mi integración.”

Su llegada fue exitosa y coincidió con Canterbury ganando la National Provincial Championship en su primer año y el Súper Rugby el segundo con los Crusaders.

Preparación por sobre la suerte

De los mundiales en los que participó, 2007 es el único que no ganó.

"Tuve la suerte de participar en ámbitos en los que se ganaron muchos partidos de rugby,” dice.

Su éxito, obviamente, no tuvo nada que ver con la suerte. La preparación, el trabajo duro, la capacidad de ganarse la confianza de la gente con quien trabajó fueron la clave.

Robinson pidió consejos a su vieja amiga y Jefa Médica de los Waratahs Sharron Flahive, antes de ingresar al Súper Rugby. "Fue de gran ayuda,” recuerda.

"Si bien sabía que algunas cosas serían diferentes, haberme preparado fue de gran ayuda. Caí en la cuenta de que podía ser una buena médica de rugby, y ser parte de algo bueno.”

"Sabía que si mis habilidades eran buenas y tener buena comunicación con la gente con la que trabajaba allanaría el camino.”

"Clave era hacer mi trabajo bien, llevarme bien con la gente y ser parte de un equipo.”

Estos atributos elevaron a Robinson a su nuevo rol, como la primer representante femenina de New Zealand Rugby en el Consejo de World Rugby. Es una de 17 nuevos miembros femeninos del Consejo nombradas en 2018.

"Algunas de las mujeres en el Consejo son increíbles,” dice.

"Creo que el rugby tiene la suerte de contar con este nivel de mujeres participando. Esto es desde el sentido práctico y por la experiencia que aportan."

WR